Después de unos días por estos lares, puedo
decir que me estoy acostumbrando a la vida de una gran ciudad con un ritmo ordenado. Hay
cosas del primer mundo que nos gustan a todos, lo que a veces no nos gusta es
cumplir con ciertas normas que nos incomodan y no permiten hacer solamente nuestra
voluntad.
Esas normas a las que no estamos muy
acostumbrados los argentinos, que estamos copando cada vez más la ciudad de
Sevilla. Caminando, en los bares, se escuchan voces que son nuestras. Ni hablar
ya llegando al estadio en horas de partido. Hay un par de bares frente al
estadio donde los hinchas hacen “la previa”, y ahí se mezclan todos. Croatas,
griegos, argentinos, portorriqueños… cantan y le dan a la cerveza.
Confraternizan, se divierten cantando y compitiendo quien canta más fuerte, es
solo eso, porque la verdad en algunos casos por cuestiones de idioma no se
entienden unos a otros lo que están cantando.
Y adentro en el estadio, somos mayoría, la
hinchada argentina realmente alienta y se siente, los jugadores la sienten!
Tanto, que en un momento del partido ante Croacia el “Chapu” Nocioni levantaba
las manos pidiendo que griten. Y se siente al cantar el himno, ese ya clásico y
emotivo momento que en las tribunas se vive con emotiva alegría, saltando y
hasta revoleando alguna camiseta o bandera, momento de exteriorizar el ser
argentino llevado a un deporte popular.
Ese ser argentino que se traslada a las calles
y choca con las normativas de aquí, como ser que solo se puede cruzar las
calles por la senda peatonal y cuando el hombrecito se pone en verde. Y la
gente lo cumple sin chistar, es más, los automovilistas lo recriminan a
bocinazos cuando alguien no cumple con ello, puedo dar fe de eso como testigo
principal.
Hay cámaras también en algunas calles, y hay
seguridad, la gente puede andar tranquila por aquí que por lo que se observa,
no pasa nada. Se puede caminar con tranquilidad por las noches en unas
callecitas empedradas que datan vaya uno a saber de que tiempos, donde solo
pasa un auto y con veredas bien angostitas.
Cosas de esta ciudad antigua y con rasgos de
modernidad y civilización.