martes, 1 de noviembre de 2011

¡Ay mi Guadalajara!


La ciudad anfitriona de los Juegos Panamericanos de 2011 en su edición número dieciséis ha demostrado un gran colorido y apoyo de su gente en este megaevento del deporte americano, para el que habrá que esperar a Toronto en el año 2015 para vivir una justa deportiva de tal magnitud en nuestro continente.
Esta gran ciudad de aproximadamente 6 millones de habitantes es la capital del estado de Jalisco, el hogar original de los famosos “mariachis” y la tierra donde se produce el “tequila”, la bebida más tradicional de México.
Fundada en el año 1542 y ubicada a 535 kms. al norte de México DF, tuvo muchos inconvenientes para establecerse ya que en un comienzo sufrió de los ataques de los indios Cazcanes, Tecuejes y Zapotecos, por lo que luego de varios asentamientos se ubicó en el actual emplazamiento. Con arcadas coloniales y antiguas plazas o cuidados y sombreados parques, el centro de Guadalajara nos manifiesta su antiguo estilo colonial.
El clima aquí es templado, tanto que por las mañanas esta fresco (generalmente da para un sweater) y luego al mediodía se pone un poco caluroso ya que el sol pega fuerte, pero difícil que llegue a superar los 30 grados de temperatura en verano mismo.
El corazón de la ciudad es la Plaza de Armas, donde encontramos la Catedral y muy cerquita de allí se encuentra el Palacio Municipal, con sus arcadas y frescos sobre la fundación de la ciudad.
Y sobre la Plaza de Armas se encuentra el Palacio de Gobierno, donde lo más interesante son los murales de José Clemente Orozco, uno de los tres grandes muralistas que tuvo México junto con Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
Y allí cerca se encuentra la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, un imponente monumento y diversas estatuas que reconocen a quienes han trascendido a través de la historia de Jalisco.
Tampoco debemos de olvidarnos del famoso Mercado San Juan de Dios, donde todo se encuentra, desde artesanías, souvenirs, ropa y hasta un patio de comidas típicas de la región.
Famosa también por la Feria Internacional del Libro que se celebra a fines de noviembre de cada año y es la más importante de habla hispana, esta pujante ciudad nos muestra la calidez de sus habitantes, tan amigables como sencillos, lo que no pareciera que estamos en una gran ciudad donde los códigos de los habitantes de una urbe suelen ser otros.
Y que decir de la fe religiosa de este pueblo, donde la Virgen de Zapopan, hecha de maíz por los indígenas en los tiempos de la fundación y conocida como La Generala, es muy venerada y respetada. Tanto, que cada 12 de octubre una multitudinaria peregrinación de 2 millones de personas acompañan a la Virgen en su camino desde la Catedral de Guadalajara para culminar en la Basílica, donde se ofrecen bailes y alabanzas. Hasta allí también llegó  Juan Pablo II en uno de sus viajes a México.
Orgullosos como ningunos, los “tapatíos” tal como se los conoce los habitantes de Guadalajara, están felices de ser el centro del continente por unas semanas y ser nuestros anfitriones, y mostrarle a América su cultura y sus sabores, y quien dice que tequila en mano y rodeado de mariachis, nos animamos a cantar: “¡Ay, Jalisco, Jalisco, Jalisco! ¡Tú tienes tu novia que es Guadalajara! “.

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