viernes, 27 de agosto de 2010

Un golpe duro

Estoy golpeado, duramente golpeado. La noticia de la deserción por lesión de Andrés Nocioni del Campeonato Mundial de Basquetbol me tomó por sorpresa y ya embarcando al avión con destino Turquía. Esta se convirtió en la noticia del día y lamentablemente para los argentinos, no se trató de una buena noticia.

Seguramente éste también será un golpe duro para la selección nacional, un grupo de jugadores que sufrió la lesión de “Chapu” en los primeros días de agosto, al comienzo de la preparación mundialista. Luego, pudo observar su esfuerzo para recuperarse, festejó en aquel primer partido en que volvió a las canchas, y ahora se queda sin un referente de este equipo, tanto por lo que juega como por lo que deja dentro de la cancha. Se los notaba felices cuando lo vieron volver a la cancha y penetrar en una bandeja con pie cambiado convirtiendo por encima de un rival que lo superaba en altura. Todo era alegría en ese momento. Pero ya en el segundo partido que jugó, contra El Líbano, tuvo que colocarse hielo por precaución.

Mi sensación es que ante esta alarma y ante la posibilidad de un resentimiento de la lesión, el equipo de Filadelfia 76ers decidió exigirle a Nocioni que se retire del mundial. Ellos son los que pagan el contrato, y ellos deciden estas cuestiones. Justamente hay una cláusula en el contrato donde pueden tomar este tipo de acciones. Luego de tratar de convencerlo que no juegue, y ante la negativa del jugador, decidieron ellos prohibirle jugar.

Por el lado de Nocioni, la decisión de dejar el equipo no la tomó él, y eso es lo “feo”. Nosotros, los argentinos, que vimos a Maradona jugar el Mundial ´90 infiltrado y con el tobillo del tamaño de una pelota de tenis, nos cuesta entender cómo a un deportista le pueden prohibir defender los colores de su país sin dejarlo decidir a él.

El equipo argentino también lo siente así. En las palabras de sus compañeros y de su director técnico hay impotencia y bronca. Y quizás el mismo Chapu se esté preguntando cuánto vale ese contrato que no lo deja disfrutar de su último mundial. Un mundial que él vino a ganar, de acuerdo con sus declaraciones. Escuchando a los jugadores argentinos diciendo que sería muy bueno llegar nuevamente a semifinales, Nocioni declaraba que podíamos ser campeones. El quería la revancha de la final perdida en 2002. Y no se olvidaba la semifinal del 2006, donde el mismo Nocioni no pudo convertir un tiro de 3 puntos que nos daría la victoria contra España. Quería sacarse esas “espinas”.

Ahora al equipo le queda superar otro escollo más, el más difícil en esta preparación plagada de lesiones, porque pierde un jugador importante y emblemático. Seguramente el grupo saldrá a flote y demostrará su poderío, su entereza y su calidad. No nos olvidemos que en la gira previa, sin el “Chapu” en la cancha, Argentina le jugó de igual a igual a España y le ganó bien a Brasil. Deberán volver a pensar en jugar sin él, y potenciarse cada uno en su juego, para suplir esta ausencia.

Y nuestro aliento para el “Chapu” Nocioni, que siempre dejó todo por jugar en esta selección, y dio sobradas muestras de esfuerzo y amor por la camiseta.

Todos sabemos que si lo dejaran decidir a él, estaría mañana en el salto inicial luchando por la victoria.

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