domingo, 31 de agosto de 2014

Los argentinos que copan Sevilla


Después de unos días por estos lares, puedo decir que me estoy acostumbrando a la vida  de una gran ciudad con un ritmo ordenado. Hay cosas del primer mundo que nos gustan a todos, lo que a veces no nos gusta es cumplir con ciertas normas que nos incomodan y no permiten hacer solamente nuestra voluntad.
Esas normas a las que no estamos muy acostumbrados los argentinos, que estamos copando cada vez más la ciudad de Sevilla. Caminando, en los bares, se escuchan voces que son nuestras. Ni hablar ya llegando al estadio en horas de partido. Hay un par de bares frente al estadio donde los hinchas hacen “la previa”, y ahí se mezclan todos. Croatas, griegos, argentinos, portorriqueños… cantan y le dan a la cerveza. Confraternizan, se divierten cantando y compitiendo quien canta más fuerte, es solo eso, porque la verdad en algunos casos por cuestiones de idioma no se entienden unos a otros lo que están cantando.


Y adentro en el estadio, somos mayoría, la hinchada argentina realmente alienta y se siente, los jugadores la sienten! Tanto, que en un momento del partido ante Croacia el “Chapu” Nocioni levantaba las manos pidiendo que griten. Y se siente al cantar el himno, ese ya clásico y emotivo momento que en las tribunas se vive con emotiva alegría, saltando y hasta revoleando alguna camiseta o bandera, momento de exteriorizar el ser argentino llevado a un deporte popular.
Ese ser argentino que se traslada a las calles y choca con las normativas de aquí, como ser que solo se puede cruzar las calles por la senda peatonal y cuando el hombrecito se pone en verde. Y la gente lo cumple sin chistar, es más, los automovilistas lo recriminan a bocinazos cuando alguien no cumple con ello, puedo dar fe de eso como testigo principal.
Hay cámaras también en algunas calles, y hay seguridad, la gente puede andar tranquila por aquí que por lo que se observa, no pasa nada. Se puede caminar con tranquilidad por las noches en unas callecitas empedradas que datan vaya uno a saber de que tiempos, donde solo pasa un auto y con veredas bien angostitas.
Cosas de esta ciudad antigua y con rasgos de modernidad y civilización.


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