domingo, 4 de septiembre de 2011

Magnano y la admiración de todos


El cordobés Rubén Magnano, ahora DT de nuestro eterno rival Brasil, dialogó con Diego Favot, enviado especial de La Voz de San Justo y AM1050, en una charla donde se habló de básquet y algo más.

Ya había recibido cálidos aplausos y reconocimiento en los primeros partidos, pero el día viernes, con un estadio repleto por la gran expectativa del partido que luego jugaría Argentina, este cordobés metódico, creador ya de una escuela de dirigir y pensar el básquet, recibió una gran ovación en el momento de su presentación como DT de Brasil. Y fue por unos minutos que todo el estadio lo aplaudió, muchos se pararon de sus butacas en señal de admiración, y desde las gradas bajó el ya clásico “Olé, olé, olé, Rubén, Rubén”. Admiración y respeto que erizaba la piel.

“Me conmocionó muchísimo, sentí una enorme emoción y me sentí orgulloso. Es un saludo muy genuino que sale de la gente sin intermediarios periodísticos, sin inducciones, sino que sale espontáneamente. Y eso no tiene precio para mí.
Son sensaciones que muy pocas personas tienen la suerte de poder vivir y disfrutar. Es lo que nos queda a la gente del deporte, el reconocimiento, porque los triunfos, los títulos, son muy efímeros en la vida de uno”, decía un conmovido Magnano.
Momentos muy emotivos, donde también nos comentaba sus sensaciones por su regreso a La Feliz.

¿Tiene algún sabor en particular volver a Mar del Plata después de tu último título que ganaste con Atenas?
- El otro día en el momento de la práctica cuando me tocó ir al Polideportivo me acordaba justamente de eso, cuando estaba en la cancha recordaba esos momentos que me tocó  vivir, realmente muy felices de mi vida deportiva

Como ya sabrás desde Córdoba hay mucha gente que te sigue…
- Se que hay mucha gente que indirectamente está torciendo por Brasil, y si no lo hicieran los entendería igual, pero se que es así y les agradezco mucho.

Hay amigos tuyos que están acá, ¿tenés tiempo de estar con ellos, de juntarte?
- Acá en el hotel solamente. Salir no he podido, pero alguna licencia gastronómica seguro que nos vamos a tomar.

Luego, nos enfocamos en el básquet y este Preolímpico de Mar del Plata.

¿Cuál fue la clave de la victoria en los dos primeros partidos ante Venezuela y Canadá?
- Seguir con nuestra intensidad defensiva y estimo que muy inteligentes ofensivamente, con mucha paciencia, buscando las mejores opciones y jugando como un equipo. Ambos juegos venían muy mal y los hemos levantado de esa manera, defendiendo duro y con mucha inteligencia táctica en el ataque.

¿Cual es el análisis de la derrota ante un rival directo como es Republica Dominicana?
- Fue el peor juego que hemos tenido en lo que va del torneo y de la preparación, el rival  tuvo un planteo muy inteligente y en momentos determinantes del juego no pudimos hacernos del balón, nos tomaron rebotes sumamente importantes, y tuvimos perdidas de pelota que no tienen mucha explicación y que se pagan muy caras.

¿Cómo es tu relación con los jugadores y cómo han receptado lo que les has transmitido en estos años?
- La relación es muy buena, dentro de la selección es muy difícil hacer grandes movimientos en poquito tiempo de trabajo. Tenemos la fortuna que muchos chicos jugaron en Europa, entienden mucho de lo que es el juego y entonces los mensajes llegan mucho más claros.

¿Cual es el rival que no quisieras enfrentar además de Argentina?
- Empieza con “A” y termina con “tina” (risas). La realidad es que si nos toca estar dentro de los cuatro semifinalistas, no me gustaría encontrarme con Argentina en ese cruce que te manda para Londres.

Y con su andar eléctrico, pasos cortos pero muy veloces y sin perder un instante, siguió su camino, ese que quizás lo lleve a su gran objetivo, estar nuevamente en un Juego Olímpico, aunque esta vez defendiendo otros colores.

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