jueves, 4 de septiembre de 2014

La puerta de Andalucía


Visitar Sevilla es remontarse a los tiempos donde la corona española poseía colonias alrededor del mundo, épocas de calles empedradas y balcones de rejas con flores.

Recorrer esas callejuelas intrincadas que invitan a perderse y descubrir iglesias, conventos, pasajes sin salida y pequeñas plazoletas. Observar las construcciones coloniales y toparse con colores pasteles y casas recicladas, todo muy bien cuidado y en uso. Son construcciones de tres pisos a lo sumo, siempre del mismo estilo, que le dan un encanto único sobretodo por las noches, donde la iluminación realza el toque colonial del casco antiguo de la ciudad.
Pero también es encontrarse con palacios donde funcionan edificios públicos y museos. Y su palacio más importante es el llamado Real Alcázar de Sevilla, uno de los palacios en uso mas antiguos del mundo, una construcción hecha por los árabes en el siglo X como residencia de su gobernador, luego futuro palacio del musulmán Al Mutamid como rey de Sevilla. Porque no debemos olvidar que esta región de España, la de Andalucía, fue conquistada por los musulmanes, quienes estuvieron en el sur de la península ibérica por 800 años, dejando toda su cultura y como no, mezclando su raza con los españoles. Fue mucho tiempo para no influir totalmente en el sur de España.
Y podemos observar esto claramente en el Real Alcázar, palacio con típico tinte musulmán, desde el estilo laberíntico a sus fuentes, sus arcadas y sus patios y jardines. Una belleza para quien sueña con el cuento de las mil y una noches, y se imagina al califa recibiendo sus visitas, y su harem de mujeres oculto tras unas diminutas ventanitas en lo alto de la sala. Pasear por sus jardines y patios de naranjos nos transporta a otro momento, otra época que sin duda ha marcado el transcurrir de esta ciudad.
Estos palacios fueron tomados por los Reyes Católicos luego de la reconquista y la expulsión de los moros, quienes continuaron con la decoración del mismo utilizando como mano de obra a los artistas musulmanes pero con motivos religiosos católicos. El famoso estilo mudéjar que tanto se habla aquí por Sevilla. Una ciudad que todavía conserva las murallas antiguas del fuerte que le dan un toque distintivo y encierran barrios enteros dentro de su casco antiguo.
Tras el descubrimiento de America en 1492, Sevilla se convirtió en el centro económico del Imperio español. Los Reyes Católicos fundaron la Casa de Contratación desde donde se dirigían y contrataban los viajes, controlaban las riquezas que entraban de  America y regulaban las relaciones con el nuevo mundo.
Hoy con sus 700.000 habitantes muestra rasgos de modernidad en sus bares, comercios, tiendas y medios de transporte, pero la ciudad tiene ese encanto de hacernos creer que transitamos otro momento de la historia.

Este momento del año es un tiempo muy caluroso para visitarla, ya que las temperaturas durante el mediodía y la tarde alcanzan fácilmente los 40 grados, pero en Semana Santa o la Feria de Abril son momentos muy especiales para darse una vuelta por aquí, donde la religiosidad se pone de manifiesto y muestra al pueblo volcado a este tipo de celebraciones.

Pasear por la capital de Andalucía implica adentrarse en una provincia muy especial, conquistada por romanos, visigodos, árabes y reyes católicos, una mezcla de culturas que se siente paso a paso, caminando las empedradas callejuelas y perdiéndose en ellas, para soñar con la época antigua que encierran sus muros. 

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