martes, 16 de septiembre de 2014

Historias de extranjeros en España


La historia de Fernando es la de muchos argentinos que todavía están en España. El llegó promediando la década del 70, cuando luego de publicar artículos en medios escritos cordobeses, lo invitaron a irse del país o tendría problemas. No lo pensó mucho, vivía en Córdoba y estaba muy bien, pero era una cuestión de vida o muerte.
“Llegué a Barcelona con 100 dólares en el bolsillo”, me decía luego de contarme que había viajado en barco desde nuestro país. En esos momentos tenía 22 años y toda la vida por delante. Tuvo tiempo de enamorarse de una sueca, luego recaló en el sur de España para formar nueva pareja. Separado y con dos hijos grandes, vive en Sevilla.  
“Vuelvo siempre a Argentina, tengo hermanos, sobrinos, tengo familia allá. La próxima Navidad estaré por Córdoba. Me ofrecieron volver y trabajar allá en radio, o escribiendo artículos en medios periodísticos, pero ha pasado tanto tiempo que no puedo opinar sobre Argentina. Si bien vuelvo y me cuentan, no viví muchas cosas que pasaron”, comentaba Fernando.
Y hablando de cómo se siente al volver, él decía muy convencido : “La verdad es que me siento un extranjero en mi país. Amo a la Argentina, y me gustaría poder insertarme, pero ya no puedo”. Palabras duras de Fernando que retumbaron en mi cabeza.
Andando por España he conocido otros extranjeros, de muchas nacionalidades distintas. En estos días me crucé con un hombre nacido en Gambia, un país subsahariano, de esos que hay que buscarlos en el mapa para saber donde están. Y este hombre de color, vendiendo unas artesanías de madera me decía que hace 9 años que está aquí. Seguramente cruzó a España en los famosos “chiringuitos”, unas barcas atestadas de gente que a veces llegan a la costa y algunos logran quedarse, otras veces llegan con la mitad de la gente, o a veces se hunden en el océano sin sobrevivientes. Aquí ya no es noticia esta gente que intenta llegar a Europa como sea, escapando de sus países.
También encontré un colombiano, José Luis, que hace 25 años está en Madrid, ahora trabajando de mozo. “Ya me vuelvo en un par de años. Invertí en bienes raíces todo lo que iba ganando con el trabajo. Mis hijos están aquí y ubicados. Quiero volverme a Colombia a tirarme en una hamaca y disfrutar de la vida”, me decía sonriendo.
Debo decir que en los bares trabajan como meseras mujeres que vienen desde Republica Dominicana como Rocío, hasta de Cuba como Julia, todas buscando un futuro mejor al que tenían en su país.
Y por último, cómo no iba a encontrar una parrilla argentina. El Gaucho se llama, todos platos de nuestra tierra, buena carne, empanadas, y hasta se puede tomar un fernet con coca. Alberto, el encargado, hace 25 años que está en Madrid. Comenzó con una panadería, y ahora está al mando de esta sucursal que está a metros de la Puerta del Sol. Hablamos de política, de la crisis española que es muy distinta a lo que nosotros llamamos crisis, y por supuesto de fútbol también.

Historias de extranjeros que han hecho su vida en España, algunos volverán, otros no, pero todos han dejado parte de su vida en otras tierras buscando un futuro mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario