MADRID,(Por Diego Favot, enviado especial).-
Una mañana diferente fue la de ayer, ya que a
mis intenciones de volver al Museo del Prado las cambié por una entrevista con
Horacio Muratore, el nuevo presidente de FIBA, un tucumano que llegó a lo
máximo que puede aspirar un dirigente a nivel mundial, y de un deporte tan
importante como el básquet. Su simplicidad y predisposición me asombran
constantemente, nunca perdió la capacidad de escuchar y hablar con todos.
Lo divertido fue mi ingreso al Hotel Ritz de
Madrid, un hotel 5 estrellas de lujo de esos en los que creo nunca llegaré a
alojarme, a saber, 4.500 pesos la noche la habitación doble más barata. Autos
importados afuera, un par de “botones” vestidos de etiqueta y sombrero en el
ingreso marcan la categoría del lugar. Adentro mucho lujo, juegos de sillones
para poder sentarse y charlar, todo alfombrado, ambientes muy amplios.
Yo, mochila al hombro, entré como si ya me
conocieran, te saludan, y nadie te pregunta nada. Me senté en el “lobby” en una
silla estilo antiguo, muy acolchada, y cada tanto pasaba una camarera y me
preguntaba si quería tomar algo, si
estaba todo bien, qué necesitaba. Nunca aclaré que estaba haciendo ahí y nadie
me preguntó, me sentía un excéntrico millonario que andaba con jeans y una
mochila. Luego, entiendo, cuando me
vieron dialogando con el presidente de FIBA ya no había nada que explicar.
Por las dudas, nunca solicité ni un vaso de
agua, no vaya a ser que en lugar de cortesía de la casa hubiera que “rascarse”
el bolsillo y dejar varios euros sobre la mesa. Lo que sí, al retirarme, había
una champañera con varias botellas espumantes y unas copas, listas para ser
servidas. Eran las 11 de la mañana eh… No hubo tentación que valga, después de
todo, disfruté de lo mío, unas horas donde me sentí un “bacán” en un hotel de
gente con mucho dinero.
A partir de allí volví a mis paseos por los
parques madrileños como el Parque de El Retiro, un hermoso espacio verde con un
lago y varios monumentos de reyes. Lindo lugar, similar a los nuestros solo que
con un toque europeo.
Un lujo que
se dan los madrileños y los visitantes de poder disfrutar un lugar así en plano
corazón de Madrid, muy cerca de las Cibeles y del Museo del Prado, éste que
cambie por una mañana de rey en un hotel para millonarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario