(Por Diego Favot, enviado especial a Turquía)
Ilkin es musulmán y practica su religión con suma constancia. Cuando desde la mezquita lo llaman a rezar, él se dirige a la fuente o las canillas de agua fuera de la misma, y allí se lava la cara, las manos, los brazos hasta el codo y también los pies hasta los tobillos, ya que si no lo hace de esa manera, no obtendrá ninguna gracia en sus oraciones. Con estas abluciones (lavado corporal) pretende purificar el cuerpo, de la misma manera que la oración purifica el alma, haciéndolo digno de Alá por medio de la limpieza.
El Doctor Tashim Nart tiene tres hijas, todas han seguido carreras universitarias como él, un sociólogo que luego de graduarse hizo su doctorado en Estados Unidos y hoy es docente universitario a punto de jubilarse. Sus hijas han estudiado Ingeniería Química, Programadora de Computación y Farmacéutica. Él pasa su tiempo entre algunas clases en la universidad y ayuda a su hija farmacéutica en la atención de la misma. Su vida es tranquila y relajada, solo se queja del actual gobierno que demuestra ser conservador en temas religiosos, cuestión que no le hace ninguna gracia, ya que como hombre que experimentó la vida en otros países, sabe en su interior de las desventajas de caer en el extremismo religioso.
Samah es vendedora de semillas utilizadas para alimentar a las palomas de la zona. Su puesto está frente a la Mezquita y no pensemos que es la única que ofrece dicho alimento, hay varios puestitos que compiten con su trabajo. Sus principales clientes son los niños, y las palomas agradecidas no paran de comer. Su cabeza está cubierta con un pañuelo blanco por cuestiones religiosas, y para poder ganarse un sustento soporta altas temperaturas sobretodo en verano. Eso quizás hace que su predisposición al diálogo no sea la mejor.
Buenisimo el blog ... viajamos aunque más no sea, 5 minutos !! Exitos!
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